2008, ISBN: 8483650428

[EAN: 9788483650424], Neubuch, [PU: Suma de letras, España], HISTORICA, Pág./pages:556 885 gramos/grams Depósito legal: M65312008 Idioma/Language:Castellano Ángeles de Irisarri recrea en … Más…

[EAN: 9788483650424], Neubuch, [PU: Suma de letras, España], HISTORICA, Pág./pages:556 885 gramos/grams Depósito legal: M65312008 Idioma/Language:Castellano Ángeles de Irisarri recrea en esta novela el día a día de la guerra muros adentro de la ciudad a través de diez mujeres, unas reales, otras imaginarias, que representan a todas las clases sociales y que, al grito de ŽVencer o morirŽ, fueron capaces de tomar las armas y hasta disparar cañones. . . . Agustina de Aragón, conocida como la Artillera, junto a la condesa de Bureta, Manuela Sancho, Casta Álvarez, María Lostal, María Agustín y la madre Rafols sobrevivieron en una ciudad en la que el cronista Casamayor escribió que los atacantes Žmás parecían Nerones que francesesŽ, en la que el último muerto dejaba enseguida de ser último en una sucesión aterradora. Estas mujeres y otras, y otros muchos hombres, sin nada que llevarse a la boca y rodeados de muertos, pues la peste hizo acto de presencia en Zaragoza en lo más crudo del invierno y del combate, quedaron inscritas con letras de oro en la Historia de España por sus heroicos hechos en defensa de la libertad. . . Vídeo. Ángeles de Irisarri presenta La Artillera, su nueva novela. 16 x 25 x 4, Books<

ISBN: 9788483650424

En la novela, Agustina de Aragón y otras nueve mujeres viven en Zaragoza, una ciudad que se levantó en armas contra la invasión francesa y declaró la guerra a Napoleón en 1808. La apacibl… Más…

En la novela, Agustina de Aragón y otras nueve mujeres viven en Zaragoza, una ciudad que se levantó en armas contra la invasión francesa y declaró la guerra a Napoleón en 1808. La apacible vida cotidiana se trastoca y se torna en guerra a muerte cuando un numeroso ejército francés pone cerco a la urbe e inicia furioso ataque con su poderosa artillería -dice el cronista que «los asaltantes más parecían Nerones que franceses»-. La ofensiva es detenida una y otra vez merced al arrojo y valor de los defensores, hombres y mujeres, que abandonan sus egoísmos e intereses particulares y, al grito de viva el rey Fernando VII, la patria y la religión, se suman a una lucha sin cuartel contra el enemigo. Entre las mujeres destaca Agustina de Aragón, que disparó un cañón en el momento en el que habían muerto todos los servidores de la batería del Portillo, consiguiendo detener la entrada de los atacantes, a la par que pasaba a la Historia y al mito como símbolo del heroísmo de aquellos zaragozanos que habían decidido vencer o morir, juramento que habrían de mantener a lo largo de los dos sitios que sufrió Zaragoza, siendo su gesta conocida y alabada en Europa entera.<