2006, ISBN: 9789972283116

Lima: Estruendo Mudo, 2006. Col. Cuadernos Esenciales, 13. 20 x 13 cm.; 216 pp. Textos de Moira Irigoyen, Mariana Enríquez, Alejandra Laurencich, Carolina Biscayart, María L… Más…

Lima: Estruendo Mudo, 2006. Col. Cuadernos Esenciales, 13. 20 x 13 cm.; 216 pp. Textos de Moira Irigoyen, Mariana Enríquez, Alejandra Laurencich, Carolina Biscayart, María Laura Pace, Fernanda García Curten, Yamila Bêgné, Julia Coria, Jimena Néspolo, Selva Almada, Anna Kazumi Stahl, Marisa Brito do Forte, Gabriela Cabezón, Viviana Lysyj, Beatriz Vignoli, Ingrid Proietto, Paola Kaufman, Claudia Feld, Ana Quiroga, Samanta Schweblin, Andi Nachon, Natalí Tentori. ¿Qué utilidad tiene el rótulo «literatura femenina»? Ninguna escritora se salva de que le pregunten sobre este asunto. Difícil escapar a la sensación de que las mujeres en algún punto todavía debemos justificarnos. Ningún escritor católico o rico se ve compelido a explicar su posición respecto de una «narrativa católica» o «de ricos» ¿Por qué aún se espera que las escritoras se hagan cargo de su «condición femenina»? ¿Qué será lo que las mujeres tenemos que declarar en la aduana de la tradición literaria? Quizá se podría decir que el interés en el tema responde a una razón histórica. Hace un siglo, las mujeres practicaban la escritura a través de géneros literarios menores, la sociedad impedía que la mujer abandonara el ámbito doméstico para entrar en la esfera de la cultura, y si lo hacía, se veía forzada a pedir permiso y hasta disculpas por su osadía. Hoy eso ya no sucede. Me alegra tener la sensación de que la mayoría de estos relatos escapa al repertorio de temas y tonos que se suponen femeninos. Espero que de alguna manera colabore con la inocente esperanza de que el arte pueda seguir siendo un espacio menos impregnado de nuestras falsas certidumbres y de los alienantes lugares comunes que ellas originan. Nada impide suponer que todas las mujeres son lloronas, que todos los recién casados son felices, que todos los locos dicen la verdad, pero un buen texto literario no parte de generalizaciones sino de preguntas por lo particular. -Florencia Abbate. Tapa blanda. Muy buen estado. 20 x 13 cm.. Libro., Estruendo Mudo, 2006<

2006, ISBN: 9972283119

[EAN: 9789972283116], Gebraucht, sehr guter Zustand, [PU: Estruendo Mudo, Lima], NARRATIVA ARGENTINA, Col. Cuadernos Esenciales, 13. 20 x 13 cm.; 216 pp. Textos de Moira Irigoyen, Mariana… Más…

[EAN: 9789972283116], Gebraucht, sehr guter Zustand, [PU: Estruendo Mudo, Lima], NARRATIVA ARGENTINA, Col. Cuadernos Esenciales, 13. 20 x 13 cm.; 216 pp. Textos de Moira Irigoyen, Mariana Enríquez, Alejandra Laurencich, Carolina Biscayart, María Laura Pace, Fernanda García Curten, Yamila Bêgné, Julia Coria, Jimena Néspolo, Selva Almada, Anna Kazumi Stahl, Marisa Brito do Forte, Gabriela Cabezón, Viviana Lysyj, Beatriz Vignoli, Ingrid Proietto, Paola Kaufman, Claudia Feld, Ana Quiroga, Samanta Schweblin, Andi Nachon, Natalí Tentori. ¿Qué utilidad tiene el rótulo «literatura femenina»? Ninguna escritora se salva de que le pregunten sobre este asunto. Difícil escapar a la sensación de que las mujeres en algún punto todavía debemos justificarnos. Ningún escritor católico o rico se ve compelido a explicar su posición respecto de una «narrativa católica» o «de ricos» ¿Por qué aún se espera que las escritoras se hagan cargo de su «condición femenina»? ¿Qué será lo que las mujeres tenemos que declarar en la aduana de la tradición literaria? Quizá se podría decir que el interés en el tema responde a una razón histórica. Hace un siglo, las mujeres practicaban la escritura a través de géneros literarios menores, la sociedad impedía que la mujer abandonara el ámbito doméstico para entrar en la esfera de la cultura, y si lo hacía, se veía forzada a pedir permiso y hasta disculpas por su osadía. Hoy eso ya no sucede. Me alegra tener la sensación de que la mayoría de estos relatos escapa al repertorio de temas y tonos que se suponen femeninos. Espero que de alguna manera colabore con la inocente esperanza de que el arte pueda seguir siendo un espacio menos impregnado de nuestras falsas certidumbres y de los alienantes lugares comunes que ellas originan. Nada impide suponer que todas las mujeres son lloronas, que todos los recién casados son felices, que todos los locos dicen la verdad, pero un buen texto literario no parte de generalizaciones sino de preguntas por lo particular. -Florencia Abbate<